Cuando la pandemia del COVID-19 azotó a todo el mundo, la gente en todas partes se abstenía de salir de sus hogares, ya sea para ir a trabajar, ir a la escuela, o para cualquier actividad o diligencia, de modo que pudieran priorizar su salud y la salud de los demás. Por esto, a comienzos de marzo de 2020, muchos empezaron a acudir a las aplicaciones de videoconferencia, a las redes sociales o a cualquier plataforma en línea que les permitiera estar en contacto con familiares y amigos.
La tecnología nos ha brindado muchas oportunidades para estar conectados con nuestros seres queridos. Sin embargo, esta misma tecnología puede consumir tu vida y hacerte sentir peor después de varias videoconferencias. Por lo tanto, si esas videollamadas te están agotando, entonces sufres de cansancio virtual.
¿Qué es el cansancio virtual?
El cansancio virtual, también conocido como «cansancio de Zoom», deriva del aumento de videoconferencias y del trabajo en línea o a distancia debido a la pandemia. A diario se hacen cientos de videollamadas que permiten seguir en contacto con los compañeros, la familia y los amigos siguiendo los protocolos de distanciamiento social.
El cansancio de Zoom es ese agotamientoque sientes después de varias videollamadas. Este fenómeno es real, pero aunque no existe un diagnóstico concreto, miles de personas lo experimentan cada día. Esto se debe a que tienes que mantener contacto visual por un tiempo más prolongado, te da ansiedad verte a ti mismo en la videollamada, debes que permanecer en un mismo lugar, y, además, tienes que hacer un esfuerzo mental mayor para captar las señales sociales a través de una videollamada.
Al igual que con la mayoría de las cosas buenas, como la conectividad virtual, existe un costo que hay que pagar. Así pues, aquí te presento cuatro indicadores de que sufres de cansancio virtual y cómo desconectarte.
Ojos irritados durante y después de trabajar
La irritación en los ojos es uno de los síntomas principales del cansancio virtual. De por sí, la mayoría de las personas que trabajan frente a una pantalla por mucho tiempo sufren de problemas en los ojos, por lo que una cantidad elevada de videollamadas solo empeora los problemas de visión. De hecho, los ojos no evolucionaron para mirar una pantalla todo el día, así que cuando tienes muchas videollamadas y te tienes que concentrar en varias personas, los ojos se empiezan a irritar causando que parpadees en exceso y que tu visión se ponga borrosa.
Cansancio durante una videollamada
Las videollamadas se han convertido en algo normal y a menudo se pueden presentar algunas dificultades a la hora de crear o de participar en una. Hay quienes tienen problemas para conectar el micrófono, otros experimentan algún error, tal vez haya quienes ni siquiera se presenten, o la conexión de internet no sea muy buena. En fin, los problemas técnicos pueden hacer que te sientas agotado y que la reunión virtual se prolongue mucho más, lo que causa más cansancio y frustración.
Ansiedad al encender la cámara
En un ambiente laboral que no es digital, te encuentras en tu oficina y sabes cómo estar presentable para trabajar. En la actualidad, todavía no se sabe cuál debería ser el código de vestimenta apropiado en un ambiente virtual, además de que muchas personas experimentan ansiedad al momento de encender la cámara, puesto que esto actuaría como una ventana hacia nuestro hogar. Y, por otro lado, también está el estrés de cómo te vas a presentar frente a la cámara.
Olvido y falta de concentración
El último indicador del cansancio virtual es la falta de concentración y ser más olvidadizo. La falta de concentración es un problema que está bien presente en las videollamadas, esto se debe a que estamos en nuestros hogares con otras distracciones como los niños, las mascotas, los quehaceres. Aparte que cuando un empleado tiene una videollamada a mitad del día, tiene que dejar de hacer todo para atenderla y después, de alguna forma, debe regresar al estado mental correcto para seguir con su trabajo, lo que causa más estrés y un retraso en la productividad laboral.
Nueve maneras para desconectarte
Por suerte, no te tienes que perder en ese ambiente virtual, dado que hay maneras para desconectarte. Si te desconectas de las videollamadas lo más que puedas, reducirás ese cansancio. A continuación, encontrarás algunos métodos para combatir el cansancio de las videoconferencias y el trabajo remoto.
Reconoce cuando debas descansar
Es necesario reconocer cuándo hay que terminar la videollamada. Si empiezas a sentir un dolor de cabeza, visión borrosa o ansiedad extrema, lo mejor es que te retires. Informa a tu supervisor que has estado sintiendo cansancio virtual y que necesitas de un descanso para restaurar tus niveles de productividad.
Establece un espacio libre de tecnología
Trabajar en línea todo el día es agotador, incluso sin las videollamadas. Por eso, es recomendable establecer un espacio libre de cualquier tecnología al que puedas acudir cuando ya hayas tenido suficiente de la pantalla. Allí podrás relajarte con algún libro, con tu mascota o con música relajante, y lo mejor de todo, sin pantallas.
Concéntrate en una tarea a la vez
Cuando trabajas desde el hogar, sentirás la necesidad de hacer muchas cosas a la vez, esto incluye el trabajo en línea y los quehaceres del hogar. Esto puede llegar a ser agotador, entonces solo concéntrate en una sola tarea a la vez. Establece un límite de tiempo frente a la pantalla y concéntrate en terminar una tarea antes de pasar a la siguiente.
Programa y disminuye las llamadas
Reorganiza y programa las llamadas si tienes la posibilidad de hacerlo, de esta forma tendrás más tiempo lejos de la pantalla. Disminuye la cantidad de videollamadas y opta por llamadas telefónicas o correos electrónicos para aligerar el cansancio.
Acude a un terapeuta
En ocasiones, te sentirás muy abrumado y estresado por las videollamadas, puesto que requieren mucha concentración y preocupación respecto a cómo te presentas en línea. Si todo esto te angustia, acude a un terapeuta para manejar la ansiedad e informarte de algunos métodos para el control de la ansiedad.s
Organiza algunas actividades ajenas al ámbito digital
Una vez que hayas terminado con todo el trabajo del día, evita interactuar con la televisión o el teléfono. En su lugar, organiza algunas actividades que no involucren la pantalla; por ejemplo, leer un libro, ir por un café con un amigo o salir a caminar un rato.
Descansa los ojos con el método 20-20-20
A menudo necesitarás estar en línea para trabajar, y para ganar dinero necesitas trabajar, así que no puedes desconectarte. Entonces, siempre que puedas, trata de descansar los ojos con el método 20-20-20. Esto es, cada 20 minutos que miremos la pantalla, apartamos la vista hacia algo a 6 metros de distancia por 20 segundos, esto te ayudará a relajar y reajustar la vista.
Intenta meditar o hacer ejercicio
Cada vez que necesites un descanso de la pantalla o sientas la tentación de revisar el teléfono, elige meditar o hacer un poco de ejercicio. Adopta hábitos saludables y positivos en lugar de depender de la pantalla para el descanso o el entretenimiento. La consciencia plena te puede ayudar a preparar la mente para un buen día, aun cuando las pantallas estén involucradas.
Desconéctate de las redes sociales
Por último, desconéctate de las redes sociales o incluso, si es posible, desactívalas, y mantén el teléfono o la laptop alejados cada vez que puedas. Es muy fácil interactuar con una aplicación, pero si te desconectas a propósito, te darás cuenta de que tan seguido revisas el teléfono y se convertirá en una tarea más difícil. De igual modo, puedes desactivar las notificaciones del teléfono para evitar cualquier interacción.
Aléjate por un momento de la tecnología
Si crees que sufres de cansancio virtual, te conviene tomar las medidas necesarias para alejarte de las pantallas por un momento y descansar. Notarás un aumento en la productividad y en la salud mental al controlar el tiempo que pasas conectado.
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