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Percibir y cambiar: una técnica de meditación práctica

El cuerpo es nuestro mejor aliado para ayudarnos a encontrar la paz.

El siguiente ejercicio de meditación integra herramientas que he aprendido al estudiar reiki durante los últimos años. Solo requiere de 20 a 30 minutos y resulta mejor hacerlo acostado.

Lo bauticé como la técnica de «percibir y cambiar»: se usan las manos para percibir las áreas del cuerpo que estén tensas para luego dirigir esa energía hacia un estado de paz y expansión con la ayuda del poder, la imaginación y la intención. Con práctica, el resultado es una profunda sensación de calma y bienestar.

La técnica «percibir y cambiar»


SENSE AND SHIFT A hands on meditation technique2

Paso 1: firme y enfocado

Pon el teléfono en silencio y siéntate en el borde de la cama. Cierra los ojos y respira hondo un par de veces. Antes de recostarte para comenzar a meditar, tómate unos segundos para estar firme y enfocado, de modo que puedas deshacerte de la ansiedad que navega por el cuerpo:

  • Posiciona las manos, boca abajo, en el regazo. Respira profundo, y con cada exhalación, imagina que todo ese exceso de energía fluye por el cuerpo, viajando por las piernas, pasando por los pies hasta llegar a la tierra; y en voz baja susurra: “No necesito esa energía en este momento. Se la daré a la tierra para que la conserve por mí hasta que la necesite”.
  • Junta las manos, como si fueras a orar, al centro del pecho. Cada vez que inhales, imagina que respiras aire fresco y gélido. Y al exhalar, expulsa gratitud y positividad. Infunde el espacio que te rodea con una luz blanca apaciguante e imagina que la otorgas al universo.

Paso 2: Recarga las manos

SENSE AND SHIFT A hands on meditation technique1

Ahora, recuéstate, con la cabeza sobre una almohada, y ponte cómodo. Frota las manos hasta que se calienten y luego álzalas, con una distancia de separación de aproximadamente 30 centímetros y asegurándose que las palmas estén una frente a la otra. Finge que estás tocando el acordeón de manera lenta, acercando las manos poco a poco y separándolas a medida que «percibas» la energía entre las manos.

Cuando sientas esa sutil sensación de energía que se transfiere de una mano a la otra (o cuando puedas imaginar esta sensación con claridad), petrifica las manos en esa posición por un instante e imagina que estás creando y conteniendo una especie de energía cálida y sanadora entre las manos, semejante a una esfera resplandeciente. Por último, infunde esa energía con una intención positiva.

Paso 3: Posiciona las manos

SENSE AND SHIFT A hands on meditation technique

Ahora toca poner las manos sobre ti, de modo que puedas «percibir y cambiar» la energía que se encuentra en la nueve partes del cuerpo, comenzando por los ojos:

  • Ojos: pon las palmas de las manos sobre los ojos. Siente como la calidez de las manos relaja la tensión de los músculos de los ojos por haber pasado tanto tiempo mirando la pantalla de tus dispositivos. Mantén las manos en esa misma posición hasta que los ojos se sientan tan serenos y vacíos como una habitación en un día soleado. Si esto suena demasiado abstracto, solo espera hasta que los músculos de los ojos se relajen y después pasa a la siguiente posición.
  • Orejas: posiciona las manos sobre las orejas. Disfruta del calor de las manos y mantén esa posición hasta que sientas que la energía se vuelve clara y serena.
  • Dorso de la cabeza: levanta la cabeza solo lo suficiente para posicionar las manos debajo de ella (poniendo las palmas en forma de copa) y recuéstate. Repite lo que hiciste con las orejas: percibe la energía dentro de la cabeza y deja que pase a un estado de serenidad.
  • Cuello: posiciona las manos a los lados del cuello. En esta posición resulta útil visualizar cualquier pensamiento interno o cualquier emoción que esté bloqueando el flujo de energía del cuerpo. Imagina que estás despejando este bloqueo que se encuentra en la garganta para permitir que la energía fluya con libertad. En lo personal, me agrada imaginar que existe una cascada de energía clara que fluye desde la cabeza hasta llegar a los pies y de ahí hacia la tierra.
  • Corazón: pon las manos sobre el corazón, una sobre la otra. Infunde el corazón con energía cálida y amorosa.
  • Panza: pon las manos sobre la panza, justo debajo del pecho, y posiciónalas, de modo que la punta de los dedos se sitúen una frente a la otra y que apenas se toquen. En mi caso, tengo mucha energía de ansiedad en este lugar (todas las corazonadas que tengo y que ignoro); así pues, paso todo el tiempo que sea necesario hasta que sienta que esas bobinas internas se desenvuelven, a la vez que me aseguro que estoy presente para mí, y luego sigo con el siguiente.
  • Cintura: pon las manos de manera similar al anterior (palmas hacia abajo y con los dedos situados uno frente a otro) más o menos a un centímetro por encima del ombligo. Esta es un área poderosa del cuerpo y es probable que requieras tiempo para ajustarlo a fin de que se asiente.
  • Pelvis: pon una mano a cada lado de la pelvis, más o menos en el pliegue donde cada muslo se une al torso. Este lugar es donde la fuente del chakra reside y alberga las preocupaciones que conciernen la estabilidad y la seguridad.
  • Hombros: posiciona las manos sobre los hombros y deja que el «peso del mundo» se aligere y desaparezca.

Paso 4: firme y claro

Una vez que termines con la última posición y sientas los hombros más ligeros, respira hondo, abre los ojos y sacude los brazos, comenzando desde los hombros hasta llegar a las muñecas, e imagina que estás sacudiéndote el polvo de encima. Esto servirá para despejar la energía negativa o estancada que se encuentre alrededor. Repite el mismo proceso, pero esta vez desde la cadera hasta las rodillas. Luego de esto, sacude las manos un poco.

Respira profundo otra vez y después aplaude con las manos una vez o chasquea los dedos una vez. Hazlo firme y con la intención de sellar esta práctica y de absorber todos sus beneficios. Ahora solo queda proceder con el día reconfortado por los poderes curativos de las manos y las intenciones.

Paso 5: confiar en el proceso

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No pasa nada si no consigues los resultados que esperabas. Pero te puedo decir con certeza que mis habilidades en el uso de esta técnica de meditación han mejorado a lo largo del tiempo. La práctica hace al maestro.

Por lo menos, dedicar un poco de tiempo del día para recostarse, respirar profundamente y concentrarse en cómo se siente el cuerpo, es en sí una experiencia poderosa. Pasamos demasiado tiempo atrapados en nuestros pensamientos que se nos olvida dedicarle un poco de tiempo al resto del cuerpo.

A menos que desaceleremos y dediquemos tiempo para conversar con el cuerpo, nunca encontraremos la sabiduría que este esconde.

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Imagen 1 Foto por Mikhail Nilov de Pexels 2 Foto por Mikhail Nilov de Pexels 3 Foto por Mikhail Nilov de Pexels 4 Foto por RODNAE Productions de Pexels

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