No soy experta en hábitos de vida saludable (ni se te ocurra ver la despensa, es probable que encuentres una montaña de galletas, papitas y caramelos); aun así, sé alguna que otra cosa sobre cómo superar un día difícil.
Si sufres de depresión y ansiedad, es necesario que con el tiempo desarrolles algunas técnicas y trucos que te permitan encontrar felicidad. De lo contrario, no podrás sobrevivir.
Mi método para encontrar felicidad se puede resumir en tres palabras: comer, divertirse y amar. A continuación, te presento la manera en la que puedes incorporar estas tres cosas en tu vida diaria.
Primer consejo: ten un buen desayuno
Casi todos los días me despierto en un estado de ansiedad y depresión. Esto no me sirve de nada para comenzar el día. El simple hecho de levantarme de la cama se vuelve todo un reto, y a veces me puede tomar horas.
Una de las formas en la que me motivo para levantarme de la cama es pensar en un buen desayuno. Y no me refiero al tipo de desayuno que debería comer para compensar por todas las galletas, papitas y caramelos. Si estoy teniendo una pésima mañana, no me sentiré animada de entrar en la cocina solo por un tazón de avena. Pero me he dado cuenta de que me puedo persuadir de salir de cama si sé que mi desayuno estará compuesto de tocino con huevos fritos.
Sé lo que están pensando: “Ese no es un desayuno muy saludable”. Y estoy de acuerdo. Sería mejor un tazón de avena, de hecho, la mayoría de las veces eso es lo que como en el desayuno. Pero, seamos sinceros: en la vida, la comida es una fuente de placer; el placer es difícil de encontrar cuando estás enterrado en sábanas de depresión.
También sé la otra cosa que estás pensando: “Una dieta saludable es esencial para controlar la depresión”. También estoy de acuerdo con eso, y también creo en la moderación.
Ahora bien, lo que una persona considere moderado, alguien más lo considerará excesivo. Yo decidí optar por comer lo que me gusta. La avena contiene bastante fibra, pero el tocino tiene la magia para levantarme cuando estoy pasando por una crisis existencial. El helado y el chocolate tienen el mismo efecto; aunque esos los como solo después del almuerzo.
Segundo consejo: haz lo que te hace feliz
Es algo inevitable de la vida; hay cosas que tenemos que hacer, pero que no queremos hacer. Y lo difícil de la depresión es que todo se convierte en algo que no queremos hacer.
Entonces, ¿qué podemos hacer para pasar el día? Nos aferramos a las pocas cosas que nos hacen felices. Sin importar hasta donde llegue mi depresión o hasta qué alturas me haya llevado mi ansiedad, existen algunas cosas a las que puedo acudir para recibir tan siquiera un poco de felicidad.
Como ya he mencionado antes, me encanta comer. De modo que cuando como algo sabroso, los planes que tengo para ese día pueden dar un giro de 360 grados. Además de comer, también me gusta bailar y ver videos graciosos en YouTube. Escuchar mis canciones favoritas en mi iPhone mientras bailo en mi habitación o mientras lavo los platos me ha salvado más de un día. La música se conecta a una parte distinta de mi cerebro.
Ahora, con los videos en YouTube, he descubierto que existe una combinación de tres factores que me permiten crear una lista de reproducción que me levante el ánimo:
- Videos sobre temas que me interesen.
- Videos que sean entretenidos y que me hagan reír.
- Videos que muestren gente riéndose.
En mi caso, me gustan más los videos de gente divertida haciendo o viendo cosas que me apasionan; por ejemplo, probando comidas o viendo contenido K-pop. Esto me anima porque me hace sentir menos sola: hay personas que les gustan las mismas cosas que a mí. El beneficio adicional es que al verlos divertirse y reír, yo también me divierto y río.
Si quieres sentirte feliz, ve videos de gente que ríe. Es más contagioso de lo que crees.
Tercer consejo: sal a caminar con un amigo
Por muchos años, viví sola, por lo que no había nadie a quien rendirle cuentas si no salía en todo el día. Pero ahora que vivo con una amiga, siempre buscamos una manera de salir a caminar un rato por las tardes. Lo hacemos por nosotras mismas, yo lo hago por su bienestar y ella por el mío. Nos motivamos mutuamente, y los paseos no hacen muy bien.
No hay nada que sustituya a pasar un rato al aire libre, y por supuesto que no hay nada que sustituya a estar rodeado de gente que te quiera.
Salir a caminar sirve de ejercicio y te ofrece un rato de aire fresco. Esto por sí solo te ayudará a mejorar tu estado de ánimo. Ahora, si sales con un amigo, tienes la ventaja de interactuar con alguien que aprecias y que se preocupa por ti.
Una de las cosas que más me cuesta creer cuando la depresión es grave es que la gente se preocupe por mí. A menudo, solo puedo creerlo cuando estoy físicamente cerca de ellos y su energía positiva emana hacia mí. Quizás haya podido levantarme de la cama, comer un buen desayuno, bailar algunas canciones y haber visto algunos videos en YouTube; sin embargo, si me paso todo el día encerrada y sola, no será un buen día para mí.
No hay nada que sustituya a pasar un rato al aire libre, y por supuesto que no hay nada que sustituya a estar rodeado de gente que te quiera. En los momentos en que te cuesta quererte a ti mismo es cuando necesitas más de ese tiempo.
La felicidad es comida, diversión y amigos.
Estas técnicas no son suficientes para evitar la depresión y la ansiedad, pero me sirven para comenzar y terminar el día. Me han servido para llegar hasta aquí. Trata de comer de manera saludable, pero también come lo que te hace feliz. Ve videos que te hagan reír y pasa tiempo con aquellos que significan más para ti.
Todos somos participantes en la travesía hacia la felicidad. Es un camino que al final debemos recorrer solos, pero esto no significa que no podamos disfrutar juntos de algo de placer, diversión y distracción en el trayecto.
«LECTURA RELACIONADA» LIVE YOUR FULL POTENTIAL: My life got better when I started asking for more»
imagen 1 KleeAlee de Pixabay 2 imágenes de Tymon Oziemblewski de Pixabay 3 imágenes de 👀 Mabel Amber, who will one day de Pixabay
