Cuando eres tu peor enemigo, es difícil ser un buen amigo de alguien más.
Esta verdad incómoda se ha estado presentando en mi vida durante mucho tiempo. He perdido tantos amigos a lo largo de los años. Sólo tengo un pequeño puñado y la mayoría de ellos son en realidad conocidos. Hay muchas razones por las que batallo para mantener amigos cercanos, pero la razón fundamental es esta: No me amo lo suficiente como para poder acogerlos completamente en mi corazón.
He vivido con depresión durante décadas y la vergüenza que siento por esto hace que sea muy difícil amarme a mí misma y mucho menos a otras personas. Desafortunadamente, predigo que viviré con depresión por el resto de mi vida. ¿Qué significa esto para mi futuro? Si nunca logro mejorar mi relación conmigo misma, ¿significa que mis relaciones con los demás nunca mejorarán tampoco?
5 maneras en las que la depresión sabotea mis amistades
Al reflexionar sobre la conexión entre mi enfermedad mental y todas las personas que han entrado y salido de mi vida, ahora puedo ver patrones claros. A continuación, cinco maneras en las que la depresión sabotea mis amistades y me roba la intimidad:
Tengo dificultad para confiar en las percepciones que los demás tienen de mí
Debido a que generalmente no puedo ver mis mejores cualidades, lucho por creer que las personas pueden verlas. Quiero creerles cuando me dicen por qué les gusta pasar tiempo conmigo y tenerme en sus vidas, pero todo lo que veo son las cosas que menos me gustan de mí misma. Me veo a mí misma, a mis amigos y al mundo en general a través de gafas teñidas de gris.
Creo que cualquier error que cometo es imperdonable
Debido a que no me siento digna de los amigos que tengo, vivo con el miedo irracional de que siempre estoy a un error de perderlos y esto causa una ansiedad intensa. Cuando cometo un error, como decepcionarlos o herir sus sentimientos, puede hacer que abandone la amistad sin previo aviso, incluso sin siquiera consultar con ellos cómo se sienten realmente acerca de lo que sucedió.
A menudo necesito demasiada atención y consuelo
Batallo para satisfacer mis propias necesidades porque no creo que merezco salud y felicidad. Termino dependiendo de otros para satisfacer mis necesidades y esto pone demasiada tensión en mis amistades. En pocas palabras, a menudo soy culpable de tomar más de lo que doy, porque hay un vacío tan profundo dentro de mí por todas las cosas que no puedo darme a mí misma.
Lucho por establecer y mantener límites
El trauma que he experimentado en el pasado hace que me sienta insegura al establecer límites. Siempre temo que esto cause que me rechacen por ser demasiado egoísta, inflexible o fría. Debido a que no me siento segura al comunicar directamente cuáles son mis límites, termino esperando que mis amigos sepan dónde están sin que se los diga.
Inevitablemente, cruzan mis límites en algún momento y me provoca y la incomodidad resultante rápidamente se vuelve insoportable. Si mis amigos siguen cruzando mis límites inadvertidamente y yo no digo nada, es sólo cuestión de tiempo antes de que esas amistades se vuelvan insostenibles para mí.
Vivo con síntomas que se prestan al aislamiento
Lidio de forma continua con la fatiga, pesadez emocional, sensaciones de desesperanza y baja autoestima. Todos estos síntomas me hacen que me quiera quedar sola en casa. Si nunca salgo y me reúno con mis amigos para tomar un café o almorzar, asistir a la noche de apertura de sus exposiciones o presentarme en persona para escucharlos y consolarlos, mantengo a mis amigos a distancia.
Los amigos mantenidos a distancia se convierten en conocidos. Acercarlos a mí significaría exponerlos completamente a mi lucha con la vergüenza y la desesperación. Es exhausto forzar una sonrisa durante dos horas. Es mucho más fácil enviar un mensaje de texto ocasionalmente.
Aprendiendo a ser mi propia amiga
Todas las razones por las que lucho por mantener vivas las amistades parecen insuperables, al igual que mi lucha diaria con la depresión se siente insuperable. Aun así, lo hago todos los días, un día a la vez y cada día es una nueva oportunidad para nutrir mis amistades y reparar vínculos.
Necesito comenzar por reparar el vínculo que me conecta conmigo misma. Si continúo cortando lazos conmigo misma por los errores que he cometido y las deficiencias con las que vivo, nunca podré cerrar la brecha entre quién soy y la mujer en la que quiero ser.
Sé que el primer paso en el camino para amarme a mí misma es aceptarme como soy, incluyendo el hecho de que tengo depresión y que eso no es mi culpa.
La depresión no es mi amiga, pero no significa que estoy destinada a ser mi peor enemiga para siempre.
«LECTURA RELACIONADA» DEPRESSION AND ITS ANTIDOTE: Fighting through lows by keeping the mind and body busy»
imagen 1 Arek Socha de Pixabay 2 imágenes de Anemone123 de Pixabay 3 imágenes de jdalton1216 de Pixabay
