El mundo actual es confuso y conflictivo. Tenemos personas en posiciones de liderazgo que sustituyen los hechos por fantasías. Tenemos personas a las que se les dice que las elecciones presidenciales de Estados Unidos fueron robadas, cuando el Departamento de Seguridad Nacional ha declarado que las elecciones presidenciales de 2020 fueron las más seguras de la historia de nuestro país.
Estas mismas personas que afirman que las elecciones fueron robadas establecieron al anterior presidente como su líder, hacia el que desarrollaron lealtad y fidelidad. ¿Quién elegiría ser leal a alguien que vive en un mundo de fantasía y engaño, en lugar de alguien que se ocupa de lo que es real?
Si le mientes a la gente con la suficiente frecuencia
Lo que hizo este líder delirante fue poner en práctica las enseñanzas del propagandista nazi Joseph Goebbels. La afirmación de Goebbels era que "si le dices a la gente una mentira con la suficiente frecuencia, con el tiempo, la gente llegará a creer que la mentira es la verdad".
¿Qué significa esto? Significa que si el líder afirma que la elección fue un fraude, que le robaron la elección y que en realidad había ganado la elección, entonces los seguidores de este líder creerán que la elección fue un fraude y que fue robada.
Si el líder dice que el calentamiento global y la pandemia son un bulo, entonces el mensaje a sus seguidores es que el calentamiento global y la pandemia son un bulo, no son reales y no hay de qué preocuparse.
¿Es así como la gente se comporta realmente y llega a discernir lo que es real de lo que no lo es? De hecho, así es como nacen las teorías conspirativas. ¿Quiénes son estas personas que apoyan a Trump? Muchos de estos seguidores se sienten atraídos por lo que dice, por cómo se comporta y por lo que representa. Sus seguidores desearían poder comportarse como él.
Muchos son acosadores de armario y racistas en toda regla, hombres que desprecian a las mujeres y ven a los inmigrantes con desdén. Muchos de ellos son supremacistas blancos que se sienten maltratados y olvidados por su gobierno. Trump apoya a estas personas y ha prometido "estoy con ustedes" a grupos supremacistas blancos como los Proud Boys. Incluso prometió que estaría con los alborotadores cuando fueran a atacar los edificios del Congreso el 6 de enero del 2021.
Está claro que sin una ciudadanía consciente y educada, estamos abiertos al caos y a la confusión. Tales comportamientos destruyen lo que somos como sociedad estadounidense, nuestra forma de mantener nuestra estructura e instituciones gubernamentales, y nuestros medios para mejorarlas. Trump y sus facilitadores solo han puesto de manifiesto su necesidad de estar al frente y en el centro de la confusión y el conflicto que crearon para sus propios fines.
El 6 de enero, Trump animó a una turba de alborotadores y les dijo que fueran a los pasillos del Congreso para "detener el robo". Afirmó: "Nunca recuperarán nuestro país con debilidad". Dijo a sus partidarios, poco antes de que derribaran las vallas y entraran por la fuerza en el edificio del Capitolio, que "tienen que mostrar fuerza y tienen que ser fuertes." Además, amonestó a sus partidarios a "luchar como locos".
Alentó un ataque a la Cámara de Representantes y al Senado, mientras sus miembros intentaban cumplir con su obligación constitucional de certificar el voto del Colegio Electoral.
La multitud, estimada en 8000 personas, atacó a la mal preparada fuerza policial del Capitolio, que contaba, según algunas estimaciones, con 1400 a 1600 agentes de servicio el día del disturbio. Mientras la turba de alborotadores atravesaba las puertas del Capitolio, gritaban "cuelguen a Pence y vayan por Pelosi". Se dice que algunos tenían en mente disparar a Pelosi en la cabeza. Saquearon las oficinas y robaron objetos que quedaron esparcidos por el suelo.
Se informó de que había bombas de tubo y armas de fuego en manos de los alborotadores. Los policías fueron atacados y golpeados con diversos utensilios, uno murió al ser golpeado repetidamente en la cabeza por un extintor, y cuatro murieron por la experiencia de estar en una situación tan violenta y estresante.
Hay razones para sospechar que lo que ocurrió el 6 de enero había sido planeado por varias personas dentro y fuera del gobierno. Poco a poco se van conociendo los detalles de esa participación. Se informó de que varios funcionarios habían realizado visitas guiadas, el día anterior a los disturbios, para que los alborotadores se familiarizaran con el edificio del Capitolio. Estas visitas estaban prohibidas desde marzo, cuando se tomaron medidas para proteger a la gente de contraer el Coronavirus.
Trump fue destituido por la Cámara por su papel en la instigación de dicho ataque, por incitar a la insurrección. Fue el segundo juicio político de Trump durante sus cuatro años de presidencia.
La raíz del sufrimiento es la ignorancia
¿Qué podemos sacar en limpio de este caos para encontrarle un sentido a este momento de nuestra historia?
Hay varias cosas que han sido escritas por Buda, Adyashanti y otros que pueden indicarnos la dirección correcta. Buda ha dicho que la raíz de todo sufrimiento es la ignorancia. El impacto de no saber lo que no sabemos nos causa dolor emocional en nuestras vidas. Adyashanti escribe que "el sufrimiento ocurre si creemos en un pensamiento que está en desacuerdo con lo que es, lo que fue y lo que será".
Lo que pasamos en la era de Trump es la ignorancia y la creencia en cosas que no son ciertas, y para muchos de sus partidarios, no saber nada mejor. Ha sido la culminación de siglos de maltrato mutuo, como miembros de la familia humana. Lo que está ocurriendo hoy es el último suspiro de este mundo de ignorancia y maltrato mutuo, mientras pasamos al comienzo de nuestro proceso de sanación como seres humanos y como miembros de la familia estadounidense.
Lo que estamos viviendo hoy implica que los últimos vestigios de un viejo sistema de poder se enfrentan al hecho de que tenemos ante nosotros un nuevo día. Estamos pasando de un modo de vida cultural dominante, basado en los blancos, a un modo de vida multirracial y multiculturalmente empoderado. La vieja guardia está luchando por preservar sus costumbres de 400 años, y su tiempo se está acabando.
Hoy, después de Trump, seguimos viendo vestigios de esta batalla a favor y en contra del cambio: entre los derechos de los blancos y los negros; entre los hombres y las mujeres; entre un gobierno de, por y para el pueblo, y un gobierno de intereses especiales, mentiras y engaño a sus ciudadanos.
El bienestar de los demás
No podemos vivir nuestras vidas como sociedad y sobrevivir, si seguimos ignorando los hechos y la realidad. No podemos vivir nuestras vidas como sociedad si creemos en pensamientos que no son verdaderos, no han sido verdaderos o no serán verdaderos.
Además, el Dalai Lama dice:
No podemos vivir nuestra vida como sociedad y sobrevivir si no nos damos cuenta de que nuestra propia supervivencia depende tanto de la ayuda de los demás que la necesidad de amor está en el centro mismo de nuestra existencia. Por eso debemos cultivar un auténtico sentido de la responsabilidad y una sincera preocupación por el bienestar de los demás.
El punto del Dalai Lama se puso de manifiesto durante los disturbios del 6 de enero en el Capitolio. Un policía del Capitolio, Daniel Fanon, estaba siendo golpeado en el suelo por la multitud. Los alborotadores le despojaron de su pistola eléctrica para que pudieran utilizarla repetidamente contra él. Dijo que sentía que su vida estaba amenazada por los que le atacaban.
Su mente daba vueltas a lo que debía hacer para salvarse. Pensó que si sacaba su pistola y disparaba a los que le estaban golpeando, mataría a algunos; y bien podría ocurrir que, al final, le arrebataran el arma, la multitud la usara contra él y se sintiera justificada al hacerlo.
Así, pasó de ese pensamiento reactivo y agresivo de supervivencia a responder a la humanidad y compasión de los miembros del grupo. Dijo a los que le rodeaban que era padre de cuatro hijos. En cuanto lo dijo, un grupo de personas que estaban cerca de él empezaron a rodear a este policía maltratado y sirvieron de barrera protectora entre Daniel Fanon y los que le habían golpeado. Estas personas se quedaron con Fanon hasta que llegó la ayuda.
Así es la forma de ser cuando unimos la conciencia con la compasión y la bondad amorosa. La transición desde la ignorancia, la reactividad y el miedo subyacente que motiva tal comportamiento es una progresión necesaria hacia un mundo de Amor, Paz y Alegría. Es una evolución necesaria que nos permite sobrevivir como especie y crecer juntos como miembros de nuestra familia humana.
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