Muchas personas afirman que se quedan dormidas mientras meditan o practican mindfulness, pero hay problemas peores.
El sueño es muy importante, y es una de las partes más agradables de la vida. Las investigaciones sugieren que dormir bien de forma regular ayuda a agudizar el cerebro, además de mejorar el estado de ánimo y fortalecer el corazón. Nos ayuda a hacer mejor ejercicio, a estabilizar el azúcar en sangre, a luchar contra las infecciones y a controlar el peso.
Pero incluso la investigación médica implica que dormir más de nueve horas por noche puede hacer más daño que bien. Así que puede ser interesante saber que, históricamente, el budismo sugiere que limitemos nuestro sueño, pero ¿por qué?
La traducción de Edward Conze de las Escrituras Budistas de 1959 dice:
"Pues, ¿qué hombre sabio no lamentaría dormir inútilmente su vida? De hecho, un hombre sabio, que quiere salvarse de un gran peligro, no querría dormirse ignorando sus faltas, que son como serpientes viciosas que se han colado en una casa. ¿A quién se le ocurriría acostarse a dormir(?)"
Uno de los principios centrales del budismo es el desapego. Y aunque se sigue recomendando que disfrutemos de nuestras vidas, la comodidad y la dicha pueden ser un obstáculo para el desapego tanto como la agonía y el dolor. El sueño se convierte en uno de los apegos más interesantes de observar, porque es necesario para nuestro bienestar.
No sé si renunciar al sueño y preocuparnos por nuestras almas es lo correcto, pero todos podemos aprender mucho de las enseñanzas históricas sobre el sueño.
No se aficione a dormir
El Buda dijo a sus discípulos laicos que dormir después del amanecer y estar despierto toda la noche tendría un impacto negativo en sus vidas. También se dio cuenta de que, como los monjes y las monjas no tienen que trabajar y disponen de mucho tiempo libre, pueden caer fácilmente en el hábito de dormir en lugar de meditar o estudiar. De ahí que les recuerde con frecuencia que no deben ser "aficionados al sueño".
Si bien el Buda advierte sobre el sueño para todos, las reglas son especialmente estrictas para los monjes. Dice que los monjes deben dormir de cuatro a seis horas por noche. Les ordena que pasen el primer y el último tercio de la noche en la "actividad extenuante" de la meditación. Los monjes deben "repetir largos pasajes de las Escrituras que (se) saben de memoria... Para mantenerse despiertos todo el tiempo".
Desde la antigüedad, se ha sugerido que estar somnoliento después de una gran comida es un problema común para los meditadores. Y esto es ciertamente algo que me sucede a mí.
Un doctor taiwanés de Medicina china me dijo que si te duermes sobre las 8 ó 9 de la noche y te despiertas a las 2 ó 3 de la madrugada, te sentirás más inteligente y productivo. Nunca he sido lo suficientemente disciplinado como para probar esto, pero me parece fascinante. Y es una rutina que me gustaría probar algún día. Se dice que el propio Buda dormía una siesta por la tarde, pero probablemente sólo en su vejez.
4 consejos para mantenerse despierto
"El miedo, el entusiasmo y la pena alejan la somnolencia; por lo tanto, cultiva estos tres cuando te sientas somnoliento. El miedo se fomenta mejor pensando en que la muerte se te viene encima, el entusiasmo pensando en las bendiciones de la Dharmay el dolor, al detenerse en los ilimitados males que resultan del nacimiento".
Tengan miedo
"El miedo se fomenta mejor al pensar que la muerte se acerca a ti".
Me resulta interesante que cultivar las emociones negativas pueda ser útil. Antes de encontrarme con este pasaje, nunca había pensado en el miedo como una herramienta. Pero si no tememos miedo, entonces podemos hacer uso de él. Para cultivar el miedo, debemos detenernos y rumiar lo que nos preocupa. En lugar de utilizar la atención plena para dominar esto, debemos ceder a estas profundas preocupaciones.
En cierto modo, todos los miedos son el miedo a la muerte. Tememos no gustar a la gente. Tememos que no nos asciendan o que no nos den suficiente dinero. Tememos lo mismo para la gente que nos rodea. Si la gente deja de querernos, o no podemos cuidar de nosotros mismos y de los demás, moriremos. Nuestro miedo al fracaso está directamente relacionado con nuestro miedo a la muerte.
Si te quedas dormido durante la meditación, recuérdate a ti mismo específicamente lo que temes, y luego trabaja en ello.
Emociónate
"Anímate pensando en las bendiciones del Dharma".
Por otro lado, hay muchas cosas en la vida por las que emocionarse. Estas cosas buenas son las bendiciones del Dharma. Recuerda lo bueno de la vida o cree que las cosas pueden mejorar.
Para mí, algunos de mis recuerdos más felices son las comidas con toda mi familia, hablando y disfrutando de una buena comida. Hay muchas cosas por las que sentirse agradecido, y este entusiasmo puede ayudarnos a mantenernos despiertos. También es un entusiasmo por nuestra vida interior, la idea de que conseguimos cultivarnos y convertirnos en personas mejores y más conscientes. Hay belleza en eso.
Ponte triste
"Y el dolor al detenerse en los ilimitados males que resultan del nacimiento".
Mientras que el miedo está más orientado hacia el futuro, el dolor tiene que ver con el pasado. Pensamos en todas las cosas que han ido mal, las que pueden haberte motivado a tomarte en serio la práctica de mindfulness. Las escrituras dicen que pensar en los malos momentos puede ayudarte a mantenerte alerta y despierto.
A todos nos ha costado conciliar el sueño porque estamos recordando alguna tontería que hicimos la semana pasada o el año pasado. Una vez que estás en tu sesión de meditación, el objetivo es calmarte, pero la pena puede sacudirnos para que sigamos despiertos.
Salpicar la cara con agua
"Moja tu cara con agua, mira alrededor en todas las direcciones y fija tus ojos en las estrellas [...] En la tercera guardia debes levantarte, y, ya sea caminando o sentado, con una mente pura y los sentidos bien guardados, continúa tu práctica de [meditación]. Conciencia plena de las posturas, etc."
Este consejo parece ser el más obvio. A menudo, cuando estoy cansado, me mojo una toalla y me limpio la cara, o bebo un gran vaso de agua. Ambas cosas son buenas para abrir los poros y los senos nasales y ayudar a sentirse más concentrado. Todos nos hemos sentido más despiertos después de una ducha.
Del mismo modo, la conciencia de su postura es importante. Estar encorvado hace que sea mucho más fácil quedarse dormido y sentirse cansado. Enderezar la espalda puede ayudar, al igual que levantarse y caminar de un lado a otro. Incluso un poco de movimiento puede ayudarnos a mantenernos despiertos. No te sientas totalmente encerrado en el asiento, sólo porque hayas decidido meditar.
"Si habiendo hecho esto la somnolencia no desaparece debes tirar de ambos lóbulos de las orejas y frotar tus extremidades con las manos".
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