En esta sociedad, por lo general no se nos enseña cómo manejar nuestra sensibilidad, empatía e incluso psicometría cuando somos niños. Los que somos empáticos y sensibles a la energía y a las emociones de los demás podemos experimentar obstáculos que deberían ser fáciles de sortear, con un poco de conocimiento.
Las siguientes cuatro ideas pueden ayudarte a manejar tu sensibilidad con éxito cuando trates con otras personas.
4 valiosas ideas
Sentir no es lo mismo que ser responsable
El hecho de ser sensible a los sentimientos y emociones de los demás no significa automáticamente que tengas que hacer algo al respecto. Las personas son responsables de sus propias emociones. De niños, los empáticos no suelen aprender a lidiar con el hecho de que captamos mucho de los demás y de todo lo que nos rodea.
A menudo, nacemos en familias con padres, hermanos y hermanas que no son tan sensibles o empáticos, y ni siquiera se dan cuenta de que esto es un problema para nosotros. Tampoco pueden ayudarnos a entender cómo manejar nuestra sensibilidad.
Captar los sentimientos y emociones de los demás puede llevar a muchos malentendidos subconscientes. Por ejemplo, puedes pensar: "Siento la tristeza de mi amigo, así que tengo que hacer algo al respecto". O, incluso cuando somos muy jóvenes: "Puedo sentir el enfado de mi madre, por lo tanto debo de haberlo provocado".
Darse cuenta de que el hecho de poder sentirlos no significa que seas responsable de ello ayuda. No significa que tú lo causaste . Sé consciente de ello, date cuenta de que no te pertenece y déjalo ir. Alinéate con tus propios sentimientos.
Por supuesto, puedes utilizar como pista el hecho de saber cómo se siente el otro. Ahora que sabes lo que le pasa, puedes tomar una decisión consciente. Tal vez puedas estar ahí para la otra persona. Tal vez puedas ayudarla, pero sin dejarte llevar por su corriente emocional y sin desviarte de tu propio centro. O tal vez decidas que lo que están sintiendo los demas es algo con lo que no quieres actuar ni identificarte.
Lo importante es darse cuenta de que la emoción no es tuya, y tomar una decisión consciente de actuar o no sobre ella.
Los sentimientos de la otra persona no dicen nada sobre ti
Que puedas sentir lo que la otra persona siente por ti no significa que eso diga algo de ti. Esta es otra cosa que no solemos aprender en la infancia. Si eres extremadamente empático, a menudo puedes sentir lo que la otra persona siente por ti. De nuevo, son los sentimientos de la otra persona. No dice nada sobre ti. La otra persona puede sentir alegría en su contacto contigo, o amor, pero también asco, celos, ira o incluso odio. El hecho de que lo sientas no significa que tengas que aceptarlo.
Toma en serio tus sentimientos
Tu intuición, instinto y la sensibilidad actúan como antenas. A menudo son capaces de percibir, en una fracción de segundo, cuál es la verdad sobre una persona o una situación. Mientras tu cerebro sigue persiguiendo los hechos, tus sentimientos ya están en el camino correcto.
Tome siempre en serio sus sentimientos. Si tienes una sensación de incomodidad con alguien que, a primera vista, puede parecer agradable o incluso fantástico (en términos de apariencia, comportamiento o reputación), confía en tus sentimientos y da un paso atrás. Observa. Detrás de la fachada, puedes captar cómo es alguien realmente y que sus intenciones no son puras.
¿Te sientes incómodo en un grupo, en un edificio o en un espacio? Presta atención a esta sensación. Puede que haya algo entre bastidores que es muy importante y no es bueno para ti, o que potencialmente supone un peligro para ti.
Tienes derecho a sentir lo que sientas
Es necesario aprender a sintonizar con lo que quieres experimentar. Es parte de la aplicación correcta de la Ley de Atracción, la manifestación de tu realidad y la realización de tus creaciones.
Si estás en constante sintonía con el mundo de experiencia de la otra persona, o incluso la versión manipulada y sesgada de la "realidad" de todo tipo de medios de comunicación, tu creación no despegará, y no podrás realizar la misión del alma para la que viniste.
Eso no quiere decir que debas apartar la mirada del dolor de los demás de forma predeterminada. Lo importante es que distingas entre lo que puedes y quieres para marcar una diferencia positiva con tu presencia, y donde no puedes. Tomar decisiones conscientes es vital.
¿Con qué estás en sintonía?
La sensibilidad se ve a veces como una carga, y es cierto que no siempre es fácil de manejar. Pero es algo muy hermoso. Puede servirte mucho si sabes cómo tratarla. Puede conectarte contigo mismo, con tu alma, con el universo y con Todo lo que es. Puede proporcionar experiencias maravillosas de conexión con personas amorosas, animales, naturaleza, arte, los ángeles, tu alma y la Fuente. Tienes una opción.
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